La guardia civil española no está preparada para lo que les espera tras la academia. Comienzan de polillas y tras estar allí entre cinco meses y dos años salen para trabajar. El problema es que cuando se les presenta un problema más allá de algún accidente o algo cotidiano no están preparados para afrontar esto.
Hace unas semanas, en un pueblo de Castellón, un hombre de etnia árabe entró con una pistola en un bar para matar a todo el mundo. Un par de guardias a los que dieron el aviso acudieron de inmediato, pero tenían serios problemas y es que nadie les había enseñado a cómo actuar en caso de que ocurriera algo parecido, no sabían defenderse, ni tenían practica en usar la pistola. Dieron gracias cuando llegaron, y vieron que el hombre se había ido y aunque lo buscaron no lo encontraron.
Otro caso ocurrió hace unos días en otro pueblo de Castellón cuando un hombre, también de etnia árabe, llegó al cuartel diciendo que había pegado a su mujer y no sabía si estaba viva o muerta. Los guardias que se encontraban allí, eran polillas recién salidos de la academia, por lo que no pudieron hacer nada porque no estaban preparados para aquello, nadie les había dicho cómo comportarse, que tenían, que decir o hacer. Así que tuvieron que avisar al teniente para que les dijera como proceder, con lo que el hombre podía haberse ido o haber hecho alguna locura en el tiempo que los guardias se fueron. Cuando llegaron a la casa ya era demasiado tarde, se llevaron a la mujer pero no pudieron hacer nada por ella.
La guardia civil en Castellón nos cuenta la poca formación que reciben en la academia, que los preparan para lo cotidiano pero que no les han enseñado ni a disparar, ni cómo actuar ante una situación de riesgo en la que corren peligro ellos y otras personas. Además, nos cuenta como muchos pasan el test psicológico engañando y como en dos meses, dos chicos han sido asesinados porque no sabían cómo actuar en una situación de incognito y dos se han suicidado. Los únicos que reciben verdadera instrucción son aquellos que se les prepara para poder trabajar de incognito para desmantelar ataques terroristas. Pero ¿no es, de igual manera peligroso, que un guardia civil no sepa qué hacer cuando nos amenazan de muerte? Si la seguridad es siempre así bien nos conviene saber defendernos nosotros.
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